Todo el tiempo estamos sintiendo. Pongamos atención o no, cada latido del corazón viene acompañado de una sensación. Aquello que sentimos es la llave maestra para conectar con la experiencia verdadera de la vida. Vivir implica sentir y entre más conscientes estemos de lo que nos está pasando, más cerca estaremos de conectar con nuestras emociones.
A lo largo de la historia hemos sido bombardeados con información distorsionada acerca de las emociones. Por un lado hemos aprendido que aquello que sentimos debe expresarse poco y, de ser posible, hacerlo en soledad; no son pocas las ocasiones que cuando alguien llora se tapa el rostro para no ser visto. Por otro lado nos enseñan que las emociones son “positivas” y “negativas”.
Con estas dos creencias basta para desdibujar por completo lo que significa ser humano. Ocultar lo que sentimos es una manera muy cruel de rechazar nuestra humanidad y catalogar a la tristeza, el miedo y el enojo —con todos sus derivados— como emociones “negativas” termina por limitar la mitad de nuestra experiencia.
Congruencia y aceptación
Carl Rogers define la congruencia como la capacidad de manifestar lo que estamos sintiendo en el momento exacto en que está sucediendo. Partiendo de esta premisa, es posible empezar a darle un cauce funcional al proceso emocional.
No basta con manifestarnos, la siguiente parte del camino implica descubrir el mensaje detrás de nuestras emociones. Cada emoción tiene una función y detrás de cada sensación hay una necesidad por satisfacer. La única manera de darle espacio a nuestras necesidades es aceptando lo que nos está pasando. Podrá ser incómodo (mas no negativo) pero trae consigo un mensaje importante.
Y ¿Cómo le hago?
La forma de darle espacio a lo que sientes requiere de ciertos pasos.
Siento: las emociones comienzan con una sensación (el corazón late más rápido, las manos sudan, las piernas tiemblan) y con alguna manifestación espontánea (las lágrimas emergen, una sonrisa se dibuja o con un ligero movimiento hacia delante o hacia atrás). Poner atención a estas señales es el primer paso para empezar a indagar qué es lo que estás sintiendo.
Reconozco: ponerle atención a lo que sientes permite indagar, con curiosidad, qué es lo que emerge. En lugar de evadir cambiando el tema, o negando aquello que sucede, reconoce tu experiencia y dale espacio.
Nombro: el lenguaje hablado es una herramienta muy poderosa para moldear tu experiencia. Ponerle palabras a aquello que te está pasando permite aterrizarlo y darle su lugar. Si te cuesta trabajo encontrar las palabras adecuadas a tu experiencia, simplemente describe lo que te está sucediendo.
Expreso: con mayor claridad de qué es lo que estás sintiendo, llega el momento de manifestarlo. Recuerda, aquello que sientes siempre es válido, pero la única manera funcional de expresarlo es respetando tu dignidad y la de los demás: no te hagas daño, no le hagas daño a los demás, no rompas cosas.
Valido: deja de catalogar lo que te pasa como positivo o negativo, al hacerlo le restas valor a tu experiencia. Aquello que sientes es válido y tiene una razón de ser. Escúchate, respétate, valídate.
Comprendo: con mayor claridad de lo que te ha sucedido, es posible, cual Sherlock Holmes, jugar al detective, volver sobre tus propios pasos, y empezar a explorar qué ha pasado. ¿En qué se parece esta experiencia a otras? ¿En qué se diferencia? ¿Fue cómodo o incómodo? ¿Qué hice o deje de hacer para que sucediera? ¿Qué necesito? Comprender tu experiencia es vital para que vayas entendiendo lo que es realmente importante para ti.
Asimilo: darte tiempo para explorar tu experiencia emocional permite generar un aprendizaje significativo, que tiene como consecuencia conocerte mejor: saber qué te asusta, qué te enoja, qué te motiva o qué te intimida.
Estos siete pasos son parte del proceso emocional que, llevado de principio a fin, permite darle un nuevo significado a lo que sientes. Ya no como algo positivo o negativo, ni como un motivo de vergüenza, sino como algo necesario que te ayudará a descubrir día a día, emoción tras emoción, qué es lo que realmente quieres.
"Cuando una persona llega a experimentar todas las emociones que surgen de manera consciente y abierta, se experimenta a sí misma con toda la riqueza que en ella existe”
Carl R. Rogers
El podcast de BR
Para darle espacio a tus emociones, es preciso ponerte atención, descubre seis acciones que te ayudarán a vivir con mayor bienestar.
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